martes, 29 de marzo de 2011

Más allá del acto sexual

El sexo se ha vuelto una de las cosas de que más hablamos los jóvenes, y es un tabú en muchas sociedades y, en otras, ocasión de abuso y libertinaje. Me gustaría tratar este tema desde un ángulo más profundo, más espiritual

Recuerdo mi primera experiencia sexual: en cuestión de sensaciones eróticas me sentí decepcionada.
Pero lo que fue sorpresivo fue el dormir con mi novio y despertar a la mañana siguiente, yo entre sus brazos y sintiéndome inmensamente feliz, espiritualmente plena, relajada, serena, en paz… y sentía aun más amor hacia mi pareja ¡Que delicioso sosiego interior! Comparable con el éxtasis de disfrutar un bello paisaje adornado por ríos, árboles, el amanecer y el aire fresco en la naturaleza. Por experiencia propia descubrí lo que da tener una relación sexual por amor: una inmensa y deliciosa paz interior. Pero no todos son tan afortunadas como yo. Una amiga me decía que su primer acto sexual fue un acto de rebeldía, que quería quitarse la etiqueta de “virgen” para que la gente la valorara por lo que era, no por su virginidad, y me confesó: “De los nervios no sentí nada… y bueno, si duele…” ella le preguntó a varias amigas acerca de su primera relación, y la mayoría coincidió en decirle que sus experiencias habían sido algo traumáticas y decepcionantes.

Muchos amigos me compartirían que fueron con prostitutas para perder su virginidad “de los nervios, ni se le para” me dijeron. En una investigación que se hizo entre universitarios, arrojó resultados interesantes. Los jóvenes que decían que sus experiencias sexuales habían sido decepcionantes fue el doble de los que mencionaron que fueron satisfactorias. En lo personal, se que el sexo no es substituto del amor que nace del conocimiento profundo de tu pareja, aunque es un maravilloso complemento.
Una amiga me dijo alguna vez, que el sexo es algo cotidiano y normal, como comer o lavarse los dientes. Que no es cosa del otro mundo. Yo estoy de acuerdo ¿y tú?
¿Y porqué entonces hay tantos viciosos del sexo , si no es cosa del otro mundo?
Primero, la presión de los amigos y amigas. Todos platican sus historias, obvio, muchas de ellas inventadas, y te sientes “rara”. Y sientes la obligación de llegar con tu tribu y decirles “que creen ¡ya lo hice!”. Dicen 

Cuando la imaginación y las palabras entran en conflicto, la imaginación es siempre la que vence.
En tv, películas, revistas e internet te ves bombardeado de excitantes imágenes o escritos que estimulan tu imaginación sexual, los cuales se incorporan a tu subconsciente, donde se anidan fértilmente y activan tus instintos sexuales… llevándote a la acción.
Los dueños del dinero detonan nuestros instintos naturales, así como se estimula a ratones de laboratorio con choques eléctricos, con objetivos comerciales.

Y así como el smog de las calles contamina nuestros pulmones, los empresarios están contaminando nuestra mente con smog visual. Y eso la sociedad ya lo está pagando.
Tercero, cuando enfrentas un vacío existencial, un vacío que viene de no estar haciendo lo que realmente te gusta, que estás en un trabajo de programador de computadoras, cuando realmente quieres pasarte la tarde con tus pinceles, dibujando paisajes a la orilla del río, y no ves el día en que puedas dedicarte a ello, tu espíritu entra en conflicto…

Y necesitas un escape, buscas desesperadamente llenar esa soledad existencial.
La fuente de todos tus problemas psicológicos es porque haces lo que los magos negros de tu tribu te dicen que hagas, y no obedeces, ahogas y traicionas a los impulsos de tu corazón. Hay diversas formas en que las personas tratan de ahogar esa voz que les viene de adentro.
Muchos se refugian en las bebidas embriagantes y se vuelven alcohólicos. Otros en la cocaína y marihuana, y se vuelven drogadictos. Otros, sacian su soledad con sexo, y se vuelven sexomaníacos.
Las personas que conozco adictas al sexo son excepcionalmente inseguras, rebeldes e insatisfechas consigo mismas, como que están peleadas con la vida… y tratan de arrebatarle al sexo todas las migajas que pueden y le exigen que les de el placer que la vida y los magos negros le han negado.

Tuve un amigo que tenía una novia con este último síntoma, la adoró, pero el sexo se volvió un infierno para él por lo mismo. Quería exprimirlo y explotarlo sexualmente, y él se sentía agobiado. Le tuvo que decir adiós. En lo personal, a veces experimento soledad existencial. No siempre puedo hacer lo que amo hacer. Mi forma de llenar ese vacío es estar a solas en un parque, estar con la naturaleza cuando puedo, e irme a bailar salsa y charlar con mis amigas. No hay nada de malo en experimentar momentáneos vacíos existenciales. Es incluso sano, porque te detiene y mueve a la reflexión. Es la voz de tu alma que te dice “algo anda mal, escúchame”. Solo elige llenar esos vacíos de forma que no le afecte de forma negativa a tu cuerpo y espíritu. Subrayo que el sexo es bueno y maravilloso, cuando lo haces con amor y por amor. Y no hay nada de malo en desear tener mucho sexo con tu pareja si el amor te impulsa. Lo malo es cuando el impulso es diferente. Recuerda que el sexo es un regalo que Dios nos dio: “Disfruta de la esposa de tu juventud, una graciosa cierva y una encantadora cabra montesa. Que sus pechos te embriaguen en todo tiempo” son palabras bíblicas.

Y para comprobarte lo benéfico e importante del sexo, hace años se realizó un estudio detallado de los hombres más exitosos de todos los tiempos, con el objeto de buscar elementos comunes del porque habían sido tan exitosos. Aparte de su perseverancia, se descubrió que en la mayoría de ellos estaba implicada una exitosa relación amorosa-sexual con su mujer, ya sea esposa o amante, que los impulsó y movió al éxito. Y que perder ese amor fue el inicio de su caída.

De Napoleón Bonaparte, se cita que fue invencible mientras estuvo con su esposa, Josefina. Pero cuando la dejó por otra amante, empezó su caída. Y de Abraham Lincoln, se dice que fue un fracasado en todo lo que intentó, hasta los 40 años. Y que el conocer al amor de su vida, a esa edad, lo impulsó hasta llegar a ser uno de los presidentes más reconocidos de Estados Unidos. Solo por mencionarte los ejemplos que vienen a mi mente. Cuando le comenté esto a una amiga, me preguntó: “¿Y para las mujeres exitosas el amor de un hombre también es la razón de su éxito?” ¡Buena pregunta! Me movió a pensar… bueno, para Sor Juana Inés de la Cruz, la inspiración de sus poemas fue el amor hacia los hombres ¿no? La verdad, el estudio de las mujeres exitosas y la fuente de sus impulsos es tarea de una futura investigación. Igual y yo la hago y te la presento en mi web. Aunque sospecho que se va a encontrar lo mismo.

Bueno, y volviendo a ti ¿Qué puedes hacer si te sientes esclavo del sexo u otras adicciones? Hay una forma rápida, tajante y segura de curarte: Sigue los impulsos de tu corazón. Haz lo que tu ser te reclama hacer. En el grado en que des atención a esa vocecita que te grita desesperada, esa voz se tornará en sensación de alegría, paz interior y entusiasmo por vivir. Se que no es una tarea fácil. Los magos negros son muy poderosos, y a mi mismo no me es fácil seguir mis propios consejos. Pero aumenta el grado de escucha de tu corazón, y verás los resultados. Hablo por experiencia.

¡Suerte!

Tú que me llamas loca

Y tú que me llamas loca… Tú, quien con tus celos y tu desconfianza creaste en mí, inseguridades, miedos y temores, tú quien con tus aires de superioridad siempre me hiciste sentir inferior, tú quien sueles humillarme delante de la gente, que no respetas mis deseos ni mi voluntad tú que para ti no soy más que un mueble de casa que me haces sentir como marioneta, tú que me crees tú prisionera que no tengo libertad, tú que al casarte pensaste un papel te daba todo derecho sobre mí…
No me compraste en una subasta de esclavos, tú crees que todo se arregla con darme de golpes sólo provocas que crezca el odio y rencor en mí, tú que de hombre no tienes nada.
El vigilarme y espiarme te convirtió en mi verdugo, eso has sido tú para mí.
Un hombre no maltrata ni hiere a una mujer así, un esposo ama, protege y respeta a su esposa. Tú me has llevado a este desgaste fisco y emocional tú eres el verdadero culpable de mi enfermedad no me llames loca, loca, no es la que sufre maltrato físico y emocional, loco es aquel que lo provoca con su inseguridad con su cruel machismo y no saber ni quien es él mismo.

Para las mujeres que de una u otra forma sufrimos de maltrato físico o emocional un reconocimiento de mi parte por tanto dolor guardado, tanto sufrimiento callado, tanto temor, tanto miedo.